La Dehesa, la joya de la península ibérica

La Dehesa, donde históricamente se crían los cerdos ibéricos, es un ecosistema propio del sur de Europa, y tiene una especial importancia en la península ibérica. miratonda guijuelo dehesa jamonerías guijuelo

En España, la superficie calificada actualmente como Dehesa varía en función de las definiciones más o menos restrictivas que se hacen sobre las características de este tipo de territorios. Una definición de Dehesa es la que dice que es la superficie formada por especies del género quercus (encinas, alcornoques o quejigos ligados a la producción de bellotas). Otra definición es la que incluye, además de lo anterior, castaños, madroños, lentiscos o jaras.  Según el Ministerio de Agricultura, la extensión de la Dehesa se sitúa entre 3,5 y más de 5 millones de hectáreas repartidas entre Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León y Madrid; dependiendo de si se toma una u otra definición. El término Dehesa procede del latín defesa, que significa defensa o terreno acotado para uso de los pastos.

La Dehesa, además de contribuir a la biodiversidad y al medio ambiente, tiene un valor económico importante. Primero por las explotaciones ganaderas que acoge. Dentro de ella hay varias clases de explotaciones ganaderas. Algunas de las más importantes son las de cerdo ibérico, de ovejas, como la merina, manchega, castellana y talaverana; de vacas, como las de la raza retinta y limousine. También hay en la Dehesa ganaderías de toros de lidia, de caballos de pura raza españoles, y otros como el asno andaluz, la vaca blanca cacereña y la gallina azul extremeña. También la Dehesa es muy importante para la producción de madera y corcho debido a la gran cantidad de arboles, unas 190.000 hectáreas de alcornocales, que se encuentran en ella.

Por todo ello podemos considerar a la Dehesa como una de las joyas más importantes de la península ibérica, y es necesario cuidarla para poder seguir disfrutando de sus beneficios.